Como los niños

Alguna vez siendo ya una adulta, quise ser un niño o una niña, porque cuando lo fui, me sentía bastante mayor y demasiado consciente de mi entorno. Los niños a mi alrededor parecían, algunos muy sosos, otros extremadamente crueles, salvo algunas excepciones de un par de niños brillantes. Ahora pienso que no me importaría volver a ser pequeña "de verdad" para tontear todo el día por ahí...o al menos durante diez minutos porque estoy segura de de que no lo resistiría por mucho tiempo.

La verdad aunque a veces haya sido difícil "crecer" no volvería atrás el tiempo por más de diez minutos por temor a perderme algo de mi presente. No quiero perderme de nada, de ningún acontecimiento de mi vida, de momentos deliciosos con amigos, con familia, con las personas que amo...No quiero perderme de nada.
Y no importa cuán difícil o gris se ponga el panorama, mis parabrisas son siempre azules, de un azul profundo e intenso igual al de un magnífico cielo cuando el día está abierto.

Ciertamente, soy más feliz y libre hoy que cuando era pequeña...O tal vez simplemente me he vuelto infinitamente más resistente a las caídas, cambios repentinos, decepciones y tristezas. No sé, pero éstos últimos meses he hallado fascinante darle la vuelta a las cosas y simplemente imaginar, crear y diseñar.
No, no es que no existan problemas o circunstancias poco afortunadas en mi presente pero son infinitamente más las que son increíbles e inspiradoras.

Hay que atreverse para trascender, quien no se atreve, simplemente muere...en vida.