Rolitas

domingo, 20 de marzo de 2011

De Noche

Las desgracias personales de repente abundan y ya no son personales...como las pérdidas humanas en Japón...y de algún modo, el que tanta gente pase por esa enorme desgracia hace que unos se recarguen en los hombros de otros para también aminorar aunque insignificantemente el dolor...sigue siendo algo tremendo...abrumador...inimaginable...y como siempre, la realidad supera la ficción.


Son tiempos agitados que han venido con todo...cosas muy fuertes, cambios, esfuerzos y agotamiento. No obstante que el horizonte parece alejarse con cada paso que doy, es precisamente en la negrura de la noche, en la oscuridad de estos tiempos que el horizonte acaba por desvanecerse también y hallo en éste hecho la oportunidad de crear mi propio camino en esta sombra guiada por mi instinto y mi creatividad sin pensar en límites y trato así de hallar y crear yo misma caminos y atajos para llegar al punto donde deseo estar, mi objetivo.


La oscuridad es un estado de oportunidad igual o aún mejor que el de luz en abundancia. Los límites dejan de percibirse, las líneas se borran, las miradas y los juicios ajenos y propios desaparecen y me encuentro finalmente en compañía de mi misma, de mis seres queridos y nunca estoy sola. 


No debemos temer, hacemos lo que tenemos que hacer en estos tiempos agitados. Dios está con nostros, habrá que ver si también nosotros estamos con él y con nosotros mismos.

1 comentarios:

Eleutheria Lekona dijo...

Hermosa reflexión, hermosa forma de mirarse a sí mismo. Viene muy a bien ahora.

Saludos.

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