Rolitas

miércoles, 28 de noviembre de 2012

LA CITA



Hay citas a las que no debes llegar tarde jamás, pues las consecuencias...esas nunca se hacen esperar y si a ellas también pretendes evadirlas son las únicas a las que tienes por seguro encontrar al morir...si no es que ellas causan tu infortunada muerte primero.

¿Con quién era la cita?...CON EL TIEMPO

En el va y ven de la marea de la vida, los segundos se dispersan como brisa, como espuma, como viento. Un segundo contiene toda la energía potencial imaginable dentro de sí, pero como buen elemento del tiempo que es, cada segundo esperará a que alguien lo tome y lo posea primero para después arrojarlo a la marea o al viento de nuevo ya con nombre y dueño para ponerlo a trabajar y a hacer su magia para ti.

Me dijeron que esperara a que subiera la marea y que comenzara a atrapar los segundos dispersos en la brisa tan rápido como me fuera posible pues esos segundo en mis manos sería todo el tiempo que aún viviría...que procurara por ende, bueno, pues....ser puntual.

Y lo hice...o al menos creí haberlo hecho. Me apresuré a llegar al pie de la roca más próxima al agua. No eran aguas calmas, en mar sereno no hay oleaje ni espuma ni brisa de dónde arrancar segundos. Era un una playa de difícil acceso, el sonido de las olas al golpear las rocas era como un león rugiendo furioso tratando de evitar ser capturado.

Sin más red que mis manos comencé a tratar de sostenerlos...inútilmente. Resbalaban por mi piel y estando tan cerca no podía sostener ni uno siquiera. Todo en agua se disolvía y en un gesto apresurado presioné mis manos contra mi rostro para evitar que el agua de mis mejillas se escapara ...también inútilmente.
Tenía que volver a comenzar de nuevo...¡TODO UN MINUTO PERDIDO! ¡Era como haber llegado un minuto tarde al encuentro más importante de mi vida!. 

Fueron sesenta imperdonables segundos que dispersos en la relatividad del impalpable tiempo cobraron vida en un instante y se hicieron visibles ante mí como sesenta furiosas aves. ¡Era tarde, demasiado tarde!
Bajé con desesperación de aquella roca y permanecí un instante de pie sobre la arena tratando de pensar cuando mi mente en realidad estaba totalmente en blanco. No había sido capaz de capturar ni un sólo segundo...pensé que moriría.

Escuché un ruido a lo lejos, miré al cielo oscuro y  en mis pupilas apareció el reflejo de las aves. El reflejo se hacía cada vez más grande pues habían descendido y estaban cada vez más cerca...y de pronto algo me sostuvo con fuerza.
No tuve tiempo de reaccionar. No había sido capaz de capturar el tiempo y entonces fue EL TIEMPO quien me capturó a mí. No podía moverme ni un milímetro, apenas respirar...la parvada atravesó mis pupilas y entró por mis ojos velozmente entre graznidos desesperados. En cuanto la última ave atravesó pude volver a cerrar mis ojos y caí sobre la arena. Pequeñas plumas de aves aún caían a mi alrededor y resbalaban por mi piel entremezcladas con agua salada de mar y tal vez de un par de lágrimas...y pude moverme de nuevo.

Me incorporé y comencé a caminar con dificultad, el tiempo aún no me dejaba ir del todo y me susurró "Nunca intentes atrapar al tiempo, si no sabes para qué lo deseas. Sólo el que sabe para qué me desea, me puede poseer"...y me dejó ir.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Orquideología en México


Muy interesante haber asistido a la exhibición de orquídeas así como haber escuchado la conferencia, son flores taaan hermosas y ver las gran variedad de formas y colores que hay reunidas en un sólo lugar  me impresionó. Pues esos, los pequeños grandes detalles de la vida son los que mueven mi interior. Además mi mamá y yo nos acompañamos y la vi muy contenta, eso me hizo sentir feliz :)))











Cómo el ruido se fue y volvió la bella calma :)


Y justamente debido a tanto ruido en mi interior y esa necesidad de acallarlo, algo fortuito ocurrió el viernes pasado. A pesar del frío que había hecho toda la semana (y yo siendo taaaan friolenta) no usaba ningún suéter ni chamarra, me era difícil sentir frío, me era difícil sentir casi cualquier cosa, ni hambre tenía, ni sueño. Curiosamente mi perro también dejó de comer la semana pasada, se sintonizó el pobre conmigo, hasta me dio pena por él, pobrecito Mateo, tan re lindo que está y tan juguetón que es y nos salíamos a caminar los dos a las tantas de la noche con el viento que hacía pero yo no sentía frío...ni nada:( 

Eso duró una semana, pero llegado el viernes, me encontraba a medio día en el Centro Histérico :P esperando que imprimieran algo y mientras tanto entré a un local de libros antiguos y usados, uno de tantos que hay por ahí, y el local me pareció tan silencioso y me llenó de tanta paz...más que si hubiera entrado a una iglesia u otro templo. Claro que había ruido en el ambiente, pero el ruido interior que había permanecido tanto tiempo en mi mente poco a poco fue desapareciendo. Vi varios libros apilados, los hojeé y de pronto me encontré con un libro sobre ensayos breves de escritores que versaba precisamente sobre los temas que tanto me habían dado vuelta en la cabeza durante varias semanas. Contenía ensayos de Bertrand Russell, George P. Elliot y George Orwell, entre otros. Era una publicación en Inglés que despertó mi interés inmediatamente...y solamente pagué nueve pesos por él...SÍ, $9.00 :)

A eso de las 4:30pm de regreso a casa abordé el metrobús y cosa rara, encontré lugar así que me senté y comencé a leer el libro en el trayecto. Había una luz dorada que deslumbraba pero que a la vez embellecía todo a su paso con su cálido tacto. Y fue tan hermoso que decidí que no quería volver a casa aún. Fui sobre Reforma y me senté por ahí a seguir leyendo, la luz del sol era tan bella como una gran manta que terminó cubriendo todo rastro de inmundicia, maldad e injusticia esa tarde...ya no la vi más, ya no la sentí más. Por el contrario, comencé a sentirme cobijada por esa luz y por primera vez en varios días, felizmente volví a sentir frío, a sentir hambre, cansancio y sueño. Dormí taaaan bien. 

Debo decir que ahora pienso que la vida es justa, me refiero a la naturaleza; son las personas quienes actúan justa o injustamente...pero hasta en eso la vida es justa pues permite que el ser humano ejerza su libre albedrío. Y de eso no es responsable más que cada quién. 


He tenido mucho ruido en la cabeza :(


He tenido mucho ruido en la cabeza desde hace unos cuatro meses más o menos. Ruido producido por escenas cotidianas poco afortunadas, algunas relacionadas directamente conmigo pero en realidad la mayoría se han presentado repentinamente como parte del entorno y nada más...o tal vez yo he estado prestando mucha atención a mi alrededor.

Me desenvuelvo en la calle, me gusta la libertad de ir y venir, caminar, conversar con gente y siempre encontrar algo diferente en la ciudad. Me gusta la historia de la ciudad y me entretiene recorrerla sabiendo que la conozco perfectamente. Pese al ruido, a la contaminación, al estrés, disfruto enormemente cada momento que paso en la ciudad. Pero poco a poco el ruido en mi mente ha aumentado en proporción a la cada vez más marcada desigualdad e injusticia. Observo mil situaciones y mis ojos han hecho las veces de intérpretes relatando lo que esas elocuentes imágenes me han presentado. 

Es muy difícil no mirar la injusticia que se muestra por doquier detonando casi siempre las mismas sensaciones y casi siempre en el mismo orden: sorpresa, confusión, dolor, impotencia, enojo y a fin de cuentas tristeza...derivada supongo de resignarme a aceptar esta realidad.

Soy promotora por naturaleza y optimista pero tengo sentido común y sensibilidad que me impiden pasar de largo ante situaciones injustas. 
Así que finalmente hablé con Dios y le dije que me sentía demasiado pequeña en su vasto universo como para cargar con el mundo en mis hombros; que era una persona con un gran espíritu de servicio y disciplina pero que tampoco me iba a volver monja contemplativa orando por el bienestar del mundo encerrada en una burbuja, o en un convento que es lo mismo. Le pedí que me ayudara a acallar el ruido de todas esas imágenes o escenas tan desafortunadas que veía cotidianamente, imágenes crudas que no describiré porque no deseo perturbar ni dañar el corazón de nadie con detalles y pormenores.  

Y como le dije a Dios, jamás podré ser totalmente indiferente ante los acontecimientos del mundo, pero mi parte brillante debe ser más fuerte, más cálida, convincente y avasalladora para virar la situación y en vez de que los hechos injustos y desafortunados me afecten, seré yo quien le deje al mundo con mi ser, con mis pensamientos, palabras y acciones eventos bellos y afortunados. 

A veces hay hechos fortuitos, pero yo he decidido procurármelos y procurarlos a otros. He decidido no ver ni escuchar tantas noticias como solía hacerlo antes, he decidido no debatir tanto como lo hacía antes, he decidido dejar de tener los pies tan clavados en la realidad cotidiana, decidí dejar esa carga atrás. No sé si la tome Dios u otras personas...Yo quiero volver a mí, deseo volver a mí porque mi mente y mi corazón han estado en tantos lugares últimamente, que sólo deseo volver a casa, a mi casa interior...y poco a poco lo estoy logrando. Esta temporada de conciertos me ayudó mucho, pues por aquello de que la música calma a las bestias, no? jajajjajajaja. Retomaré el vuelo ágil, veloz y ligero que me hace sentir tan liviana y contenta, tan plena y satisfecha en la casa, el trabajo y en cualquier lado, esa es mi naturaleza :)

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